El invierno en Italia es variado. En el norte, en las montañas y en los Alpes, la nieve es habitual. La gente va a esquiar y a hacer snowboard. En ciudades como Milán y Turín puede nevar, pero no siempre. En las llanuras, la humedad provoca hielo. Los automóviles deben tener neumáticos de invierno por seguridad.
En el sur la nieve es rara. En ciudades como Nápoles y Palermo, los inviernos son suaves. Incluso sin nieve, el frío se siente. La gente usa abrigos y bufandas. A veces, el viento trae aire frío a las costas.
Los días de invierno son cortos. El sol se pone temprano y oscurece rápidamente. Las ciudades se iluminan con luces navideñas. Las familias se reúnen para las vacaciones. Comemos platos calientes y tradicionales. El chocolate caliente es muy popular.
El aspecto más hermoso del invierno es el ambiente navideño. Durante la Navidad, el ambiente es mágico. Las ciudades se iluminan con luces y decoraciones de colores. Los mercados ofrecen artesanías y dulces típicos. Las familias se reúnen para cenar e intercambiar regalos. Los niños esperan ansiosamente a Papá Noel. El ambiente es festivo y lleno de alegría.